En la antigüedad, la ropa tenía un propósito más allá de simplemente mantener el calor. La ropa se utilizó como una forma de expresar estatus social, identidad y sentido estético. Una de las partes más importantes de este proceso son los peroné, que se consideran los antepasados de los imperdibles actuales. Los peroné son complementos de vestir inventados y muy utilizados por los frigios en el corazón de Anatolia. Estos antiguos objetos metálicos han desempeñado un papel tanto funcional como simbólico como parte de la cultura textil a lo largo de la historia.
La historia del peroné se remonta a B.C. Comenzó en algunas partes de Europa, tal vez en Grecia, en el siglo XIII. Se extendió rápidamente y alcanzó asentamientos en las costas del mar Egeo occidental y del Mediterráneo. Diferentes culturas han reinterpretado este nuevo accesorio con diseños únicos que reflejan sus propias identidades culturales. Los peroné se convirtieron en objetos que no sólo mantenían unidas las prendas de vestir, sino también una especie de "documento de identidad" que reflejaba la identidad y el estatus social del usuario.
Sin embargo, la verdadera estrella del peroné brilló en Anatolia durante el período frigio. Los frigios habían desarrollado un talento extraordinario en el trabajo de los metales. Produjeron peroné con cuerpos en forma de arco y cuyos extremos estaban decorados con adornos esféricos, bandas acanaladas o motivos en relieve. Estos peroné solían estar fabricados en bronce, aunque algunos estaban decorados con baño de plata e incluso oro.
Peroné frigio, a.C. Desde el segundo milenio antes de Cristo Fue producto de una cultura que se desarrolló en tierras de Anatolia hasta el I milenio antes de Cristo. Esta cultura era una civilización que requería dominio en muchos campos como la arquitectura, la escultura, la alfarería y el trabajo en metal de alta calidad. Los peroné fueron una verdadera contribución de los frigios a este rico arte de la joyería y se extendieron a través del comercio desde Urartu a las culturas casi asiáticas, desde Grecia a Italia.
Los 145 peroné encontrados durante las excavaciones del Gran Túmulo de Gordion fueron uno de los raros ejemplos que reflejan la riqueza y la comprensión estética de este período. Estos peroné pueden considerarse no sólo como complementos de vestir sino también como joyas que reflejan el talento artístico y la influencia cultural de los frigios.
Como resultado, los peroné han sido una parte indispensable de la cultura de la vestimenta a lo largo de la historia y han mantenido su importancia como accesorios estéticamente ricos y con significados simbólicos. Esta maravilla frigia de orfebrería nos ayuda a comprender los orígenes de los imperdibles y cómo la gente usaba su ropa para expresar su identidad, al mismo tiempo que deja un importante rastro arqueológico que refleja las rutas comerciales y la interacción cultural del mundo antiguo.